lunes, 11 de mayo de 2015

Vivimos en un Universo que salpica


Si me preguntan cuál es la característica que mejor define nuestro Universo, la respuesta obvia es: “que salpica”.

Intenta mojar una galleta en un vaso de leche, comer una sopa, llenar un vaso de agua, remover la comida que se está cocinando. Es imposible que no salpique. Y no estoy hablando de que las cosas se muevan aleatoriamente y, por aquello de la distribución normal, unas caigan más lejos y otras más cerca. No, es que todo el líquido se comporta de manera educada y se queda en el plato o pasa limpiamente de un recipiente a otro menos unas gotas miserables que salpican, como esa gota cítrica que te llega al ojo cuando pelas una naranja. Siempre. Los ingenieros se las han visto y deseado para diseñar una tetera que no salpique y no lo han conseguido al 100%.

Y no solo en la cocina. En el cuarto de baño no se puede hacer nada sin salpicar. Ni en el cuarto de baño ni en ninguna otra parte. La ciencia forense y la investigación criminal viven de ello.

Y no solo las cosas, los seres vivos también salpicamos. Todos hemos nacido de una salpicadura, no necesariamente ocurrida en la cocina. Incluso la fertilización in vitro salpica. Por eso la hacen con guantes.

Y no solo salpican los líquidos. En la playa salpica la arena además del agua. Toda la arena se queda en su sitio o la evitas sin problema. Toda menos esos granos salpicados, que no sabes de dónde han salido. Eso deben pensar los marcianos cuando les llega polvo salpicado de la Tierra. Cae un meteorito en un planeta y todo el material eyectado vuelve a él, acaso tras alguna órbita, pero a veces hay una salpicadura que alcanza velocidad de escape y acaba en otro mundo.

Y no solo la arena, las galaxias también salpican. Dos galaxias se encuentran en el espacio y ¿qué ocurre? Una danza galáctica, estrellas que se vuelven locas y en una fusión celestial acaban formando una nueva galaxia. ¿Todas? No, todas no. Aunque ninguna estrella ha chocado con otra al colisionar las galaxias, algunas estrellas han salido salpicadas, pobrecitas, y expulsadas del rebaño hacia el espacio intergaláctico.

Y no solo las cosas grandes salpican. También salpican las pequeñas. Los átomos y partículas subatómicas están todo el rato salpicando. La mayoría de las partículas van a su bola (o a su onda, if you get my drift) pero siempre hay algunas a las que les da por interactuar y salpican. Los diagramas de Feynman son dibujos de esas salpicaduras. Los propios átomos son salpicaduras de las estrellas cuando mueren. Por mucho cuidado que tengan siempre salpican. Incluso si lo hacen poniéndole todo el mimo posible para no rebotar en su colapso y se convierten en agujeros negros no dejan de salpicar con la radiación de Hawking.

Y no solo todo lo que está en el Universo salpica. El propio Universo nació con el Big-Bang. ¿Y eso que fue? Ya lo habréis adivinado. Somos fruto de una salpicadura.

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Hace tres años en el blog: Cuatro versiones de mayo.
Hace cinco años en el blog: La torre herida por el rayo (3). Una inquietud de Wittgenstein.
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8 comentarios:

  1. Genial deducción, con tu permiso la adjunto a mis "apuntes". Un saludo desde el Mediterráneo y ejerciendo de abuela.

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  2. Fabulosa imagen. Por cierto, que se me ocurre que las estrellas "salpicadas", al estar fuera del alcance de las fuentes de rayos X de los núcleos galácticos, tal vez sean más propicias para la emergencia de la vida, por término medio, que las estrellas que permanecen en las galaxias, de modo que tal vez la mayoría de las civilizaciones extraterrestres se encuentre, precisamente, en los espacios intergalácticos, donde será todavía más difícil encontrarlas.

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  3. Gracias a ambos.

    Esto de los rayos X (y supongo que también gamma) ya lo había oído para sugerir que la vida debería estar en las estrellas alejadas del centro, como nuestro sol.

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  4. Jajajajajajaja. Una imagen genial de nuestro universo, sí señor... ;-)

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  5. "... Somos fruto de una salpicadura."

    Recuerda hombre que del salpicón vienes, y al salpicón has de volver. (versión libre)

    Cascarilleiro

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  6. ... duelos y quebrantos los sábados,... (00:02)

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