domingo, 24 de enero de 2010

La Teoría de los Juegos. La Historia Más Lúdica Jamás Contada. Y parte 17.

La fuerza del equilibrio




Llevo ya demasiadas partes de esta Historia Más Lúdica Jamás Contada y hay que darle fin. A las otras historias les di un orden bastante cronológico, pero esta se me ha desordenado un poco y se han mezclado los órdenes temporales con los ejemplos más o menos interesantes. Es lo que pasa cuando uno tiene demasiadas cosas en la cabeza.

En cualquier caso, seguirá habiendo entradas sobre juegos, su teoría y su metodología, pero quisiera acabar la serie que debería contener las ideas suficientes para que cualquiera se haga una composición de lugar adecuada de esta ciencia. El final será una pequeña reflexión sobre la fuerza del equilibrio.

Yo me saqué el carné de conducir pocos meses antes de irme a hacer el doctorado a los EEUU, en donde me compré un coche y empecé a conducir. Allí se conduce más despacio y con más respeto que en España y es difícil encontrar coches mal aparcados. La razón de esto es doble. Por una parte, la gente es más respetuosa con las normas de circulación (y las normas en general). Por la otra, es más fácil ser pillado in fraganti y pagar por la falta o delito.

A partir de aquí podemos especular si la gente es más civilizada por temor a las multas o el legislador ha sido capaz de imponer un sistema de multas porque la gente es más civilizada. Téngase en cuenta también que cuando la mayoría de la gente cumple las normas es más fácil castigar al que no lo hace. El caso es que la situación es un equilibrio al que se adaptan gentes de todo el mundo que viven en los EEUU.

Cuando volví a España (a Madrid, más concretamente), era respetuoso con las normas de circulación, pero poco a poco, el equilibrio español me iba llevando por su camino. Si quería no conducir muy rápido, tenía que ir por el carril derecho de las autopistas, pero entonces era una desesperación de vehículos demasiado lentos. Si quería evitarlos yendo por el carril de la izquierda, siempre había una recua de coches detrás presionando para que fuera más rápido.

En lo tocante a aparcar, pasaba algo parecido. Yo, buen ciudadano, buscaba un sitio legal, pero en el tiempo que empleaba para encontrarlo veía decenas de coches impunemente mal aparcados. Al final, uno sucumbía ante el mal ejemplo. Pero como no estaba acostumbrado a este equilibrio, no controlaba la situación. Al parecer, algunas infracciones están más toleradas que otras, y un mal aparcamiento en un tipo de circunstancias sale impune mientras otro mal aparcamiento en otras circunstancias no. Aprender cuáles eran los tolerados y cuáles no me costó un par de multas bien merecidas. Afortunadamente, la situación ha mejorado bastante y ahora no se me queda cara de tonto cuando respeto las normas.

Algo parecido nos pasa cuando vamos a un país todavía con menor educación vial que el nuestro. La primera impresión es que todo es caos y que todo está permitido. Los nativos, sin embargo entienden que hay unas cuantas reglas que, contra toda apariencia, se respetan. Estas reglas pueden tener la forma de “el vehículo más grande tiene preferencia, a no ser que el otro esté ya tan estropeado que una abolladura más no le importe demasiado”.

6 comentarios:

  1. José Luis, te aseguro que este tema en más interesante de lo que a primera vista pudiera paracer. Es evidente que la "Teoría de juegos" podría dar paso a la "Teoría del equilibrio". Se me ocurre que, en todos los órdenes de la vida, cualquier factor que distorsione un "equilibro" implica una deriva hacia otro nuevo. La problemática consistiría en evaluar si los métodos, maneras, tiempo, etc., que conducen al nuevo equilibro son los justos, los proporcionales, los adecuados, y los que pueden consolidar la nueva situación.

    Demasiadas veces sucede que un equilibro, aparentemente estable, ha sido forjado por unos factores de "efecto retardado" que originarán una intestabilidad de efectos aún más devastadores que el salto de la situación anterior.

    Puede que la solución para sistemas sociales de equilibrios sea la porpia supresión de los mismos, adaptándolos a un "continuo evolutivo". El reverso de la moneda consistiría en el famoso "equilibrio indiferente", causa de la muerte de cualquier sistema organizado.

    Al menos me has hecho reflexionar.

    Un abrazo.

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  2. Una pregunta José Luis ¿se han estudiado casos en los que haya un cambio de equilibrio? La cuestión me interesa porque si no entiendo mal en estas situaciones hay "creación de reglas" siempre difíciles de detectar (me refiero a la creación de la regla como tal, y no tanto a la regla establecida que al final puede ser reconocida por el foráneo).

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  3. Siesp:

    Me alegra ver que captas la importancia de estos temas. He preferido ilustrar los conceptos con ejemplos acaso mundanos. La razón es la menor carga ideológica que hay en ellos. A partir de ahí es más fácil seguir las implicaciones para otros problemas sociales.

    ... y Juanma:

    Ambos habláis de cambios en el equilibrio. La verdad es que los conceptos de equilibrio estático se entienden mejor que los cambios dinámicos. Diré un par de cosillas.

    -Los cambios de equilibrio "diseñados" se pueden hacer poco a poco o de manera drástica. Ejemplos de cambios suaves son los que estamos viviendo en los últimos años con las limitaciones de velocidad en las carreteras. Son así, en general los avances que nos llevan a ser sociedades más avanzadas. Los drásticos suelen ocurrir en situaciones de crisis. La actual económica hubiera sido, por ejemplo, un buen momento para cambiar la tipología de contratos laborales (ahora hay uno muy protegido y otro muy desprotegido, cuando sería mejor una tipología más gradual). Para eso hace falta un gobierno decidido y capaz.

    -Un error grave en el estudio de las dinámicas es hacer extrapolaciones lineales en los valores de las variables según la historia reciente. Las variables no cambian así. Lo que ocurre es que se pasa de un equilibrio a otro. Para barruntar el alcance de estas variaciones hace falta tener alguna idea de la realidad (algún modelo). Así, por ejemplo, no tiene sentido extrapolar el crecimiento de la población más allá de unos pocos años. Más allá la tendencia será distinta al reaccionar las sociedades antes estos cambios.

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  4. Ha sido un interesante aporte a esta teoría que algunos califican de "reaccionaria", pero definitivamente Neumann no es un reaccionario; En mi país (Ecuador) la sociología tiene un enfoque casi totalmente marxista, y pocos estudiosos tratan la muy compleja e interesante teoría de los juegos porque le ponen la etiqueta de "teoría burguesa"

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  5. A.P.L.A.:

    Bienvenido al blog. Me alegra que te gustara la serie. La verdad es que es la primera vez que oigo que alguien llama reaccionaria o burguesa a la teoría de los juegos. Es más, pensaba que a los marxistas (los que queden) les debería gustar. Pero ya se sabe, "hay gente pa´tó".

    Un saludo.

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  6. Högertrafikomläggningen

    http://www.circulaseguro.com/que-pasaria-si-hoy-tuviesemos-que-empezar-a-circular-por-la-izquierda/

    Cascarilleiro

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